¿Qué es?
El Encephalitozoon cuniculi es un parásito intracelular perteneciente al phylum Microsporidia, que afecta principalmente a los conejos, aunque puede afectar a otras especies como roedores, perros y otros mamíferos, incluyendo a los seres humanos (personas inmunodeprimidas) con mucha menor frecuencia.
¿Qué produce?
Se trata de un parásito que vive dentro de las células, multiplicándose en su interior y provocando su ruptura, lo que da lugar a diversos síntomas en función de dónde se localice.
¿Cómo se contagia?
Normalmente se contagia por ingestión o inhalación de esporas presentes en la orina de un conejo enfermo, pudiéndose transmitir también de la madre al feto a través del útero (transmisión vertical).
Una vez en el organismo del animal hospedador, migra a través del sistema circulatorio a diversos tejidos, entre los que destacan el sistema nervioso central, el corazón, los riñones o los ojos entre otros.
¿Qué síntomas presentan los conejos afectados?
La mayoría de los conejos son portadores del parásito sin que por ello presenten síntomas y estos aparecen generalmente cuando se produce una bajada de defensas que permite que el parásito se multiplique.
Los síntomas más frecuentes son alteraciones relacionadas con el sistema nervioso (Síndrome Vestibular: ladeo de cabeza, "rolling" incoordinación, hemiparesia, nistagmo...), problemas renales o problemas oculares entre otros.
¿Se puede tratar la enfermedad?
Sí, generalmente y si se detecta a tiempo la enfermedad se trata y se controlan los síntomas, volviendo a su fase asintomática, pero es importante recordar que no hay garantías de que no se produzcan recaídas o nuevas crisis agudas en el futuro.
Si no se trata a tiempo la enfermedad puede dejar secuelas irreversibles e incluso puede llegar a ser mortal.
¿Cómo se diagnostica?
Existen pruebas laboratoriales que permiten establecer un diagnóstico definitivo in vivo, generalmente mediante la detección de anticuerpos (serología) o diagnóstico molecular (PCR).
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